¿Reconoce usted la
rúbrica de “Pobre Bohemio”?. Seguramente que sí, pues presentaba a uno de los
programas más gustados de la radio: “LAS RANCHERAS DE CONTRERAS”, dicha emisión
fue conducida por un locutor que se le conoce como “
”Cuando yo empezaba en la radio, se
estaba ya diluyendo, se estaba quedando atrás el auténtico radio romántico en
esta ciudad de Culiacán. Te hablo de radio romántico porque en aquellas épocas,
en aquel tiempo, pues para ser locutor necesitabas tener una voz muy pastosa,
una voz muy fuerte, se consideraba que no llenaba pues los requisitos de un
buen locutor si no tenías una voz gruesa, una voz potente. En aquella época, la
época romántica del radio, el locutor pues, hacía todo, producía su publicidad,
era operador de su programa, quiero decirte que en la época romántica de la que
yo te comento, el locutor identificaba las siglas de la estación. ¿Por qué te
digo esto?, te digo porque el locutor se identificaba a través de las siglas, o
sea, decían, -vamos a escuchar un programa fulano de tal en las siglas fulana
de tal-, entonces, en esa época, el locutor era todo, era maestro de
ceremonias, locutor de cabina, producía los anuncios, los operaba en cabina,
Incluso, la música tendía que seleccionarla de acuerdo con el programa que
estaba presentando”.
Al
calor de una taza de café, Ole, como le dicen los amigos íntimos de este
locutor nacido el 2 de octubre de 1937 en Culiacán, Sinaloa, nos relataba como
eran las voces cuando él empezaba en este bonito quehacer::”Eran voces graves, pastosas, pero tú me quieres preguntar que si qué
voces eran las más reconocidas de aquella época desde luego, ¿no? Acuérdate que
el radio en aquella época era radio de teatro-estudio, porque teníamos la
historia de que la “W” de México se trabajaba en teatros-estudios, y ahí se
hacían los artistas, no había televisión en aquella época. Te estoy hablando de
1967, que no llegaba pues la televisión masivamente a toda la república
mexicana, particularmente a Sinaloa. Entonces, las radios aquí en Culiacán
tenían sus radios-estudios, y ahí manejábamos nosotros programas en vivo. Quiero decirte que
El
profe hizo uso de su memoria y recordó a un personaje célebre en los medios
durante esa época, pero dejemos que él nos lo diga: ”Déjame mencionarte a un señor que se llamaba Carlos Peregrina, que
tenía un programa de teatro, es decir un programa donde era un control remoto
que tenía él a través de unas tienditas, esos señores de las tiendas, de
negocios, ya tenía la visión de lo que era el radio, se llamaba el señor Nacho
Campos. Entonces, el señor Carlos Peregrina a control remoto, desde ahí
anunciaba a toda la población, a toda la gente, a todo el auditorio, y la gente
venía a verlo, venía a conocerlo, le traían regalitos, puerquitos, le traían
gallinitas, le decían el Raúl Velasco de aquel tiempo de la provincia.¿No?.
Olegario hizo mención del retirado comunicador celayense, dado que Carlos
Peregrina era un locutor carismático y se dejaba querer por la gente que acudía
a los controles remotos.
En
cuanto a la modulación, Olegario dijo lo siguiente:”El locutor aparte de tener su voz, tenía que tener una muy buena
modulación,¿Verdad?, porque era la figura, era, voy a escuchar al señor Alfonso
L. Paliza, que tenía una dicción extraordinaria y una modulación muy bonita.
Escuchar por ejemplo, a Pepe Sánchez, con una modulación extraordinaria, y ellos
se preocupaban mucho porque había que estudiar mucho, mucha gramática, ellos
estaban pensando que iban a entregarle a su público a través de la radio su
estilo de voz. Entonces se preocupaban mucho por estudiar la modulación de la
voz en aquel tiempo. Era esencialmente importante para el locutor en aquella época”.
Hasta
eso que Olegario agarró buena escuela.
”Bueno, pues la historia, todo va cambiando, todo es un
ciclo en la vida, acuérdate que tenemos ahorita la modernización electrónica,
que ha venido a cambiar totalmente todo lo que yo te platicaba con mucha
emoción de lo que era el locutor de antaño. Ya el disco famoso que al caer se rompía, ya no existió tampoco, era acetato
el que manejábamos nosotros. Te digo, me tocó entrar a la época más moderna de
la radio, se fue perdiendo casi ya esa obligación que tenían las empresas de
decirle al locutor-tú tienes muna muy buena voz, vas a ser locutor-, ahora ya
no, el radio actual. Entonces ya se perdió totalmente el locutor, casi ya no
somos famosos, porque ahora las famosas son las siglas, porque ahora la radio
comercial ya nosotros somos más que instrumento en la actualidad para los fines
que tienen las empresas, ya no le interesa mucho el locutor”. Sumamente desgarrador este
testimonio que nos dio el profe, quien nos mostró una realidad irrebatible, los
locutores, particularmente los sindicalizados, no somos más que números, y que
mientras le seamos útiles a la empresa, nos mantendrán ahí el tiempo que ellos
consideren.
”Como te digo, si eran considerados estrellas porque la
gente los hacía estrellas, el locutor se preocupaba también por ser una estrella, se preocupaba por tener
personalidad, tanto física como una personalidad mental, porque él se
preocupaba de que su hora de trabajo, su nombramiento como locutor era una
imagen dentro de la sociedad en donde él se desarrollaba. Y sí era una persona
estrella, pero no porque él quisiera ser estrella, sino porque la gente los
hacía estrellas y porque había muy pocos locutores en aquel tiempo, y se
trataban todos de destacar lo mejor que pudieran, porque la misma sociedad los
hacía estrellas”. Este comentario salió a colación
porque en otras épocas el locutor sí era una verdadera personalidad, no un
simple trabajador de la industria radiofónica, como se nos cataloga hoy día.
En cuanto a la
animación de programas, Ole nos comenta esto:”Los programas se animaban, remontándome a la época de nosotros, a
través de teatros-estudios. Programas en vivo que Eran bien aceptados por la
sociedad, pues se hacían concursos, se hacían regalos, habían las fechas
clásicas que eran el día de las madres, las navidades, las posadas, se llevaban
a cabo todo un mes de posadas, y eso pues, era muy bonito. Y eran programas muy
animados, además que eran combinados con programas que había en cabina, donde
el locutor, como te decía yo, ya iba dejando la cosa romántica, y se entraba a
la dinámica de la radio en cabina, paralelamente con los teatros-estudios de
aquella época”.
Y pensar que fue
cierto, ahora se tiene más contacto con el público a través de los controles
remotos que en las propias emisiones de cabina, pues como decía acertadamente
nuestro entrevistado: Los tiempos cambian, y los locutores contemporáneos no
pueden quedar en el rezago, por el contrario,
debe estar a la vanguardia con los formatos de la radio actual, sin
olvidarse de quien siempre lo acompaña: el amable auditorio.
Ya que estamos
entrados, quisimos preguntarle al profe como empezó su trayectoria, y sobre
todo, xsi alguna vez se sintió estrella. Esto nos contestó:”¿Te refieres a mi?, no, nunca. Fíjate que yo nunca me he considerado
estrella, porque a mi…yo empecé en la radio por una coincidencia de la vida,
como todos saben, yo iba pasando por ahí, y les repito, había un concurso de
locutores en el teatro-estudio de
Así recuerda
Olegario Contreras sus inicios en este noble arte, mas él pensó por un momento
que era una vacilada, dado que le restó seriedad al asunto, pues estaba ya
enfilado a ser profesor normalista, sin pensar que estaba dejando escapar la
oportunidad de ser alguien con reconocimiento público y acreedor del respeto de
la comunidad.
”Sin embargo, yo gané el premio, ya no regresé, yo quería
terminar mi carrera de profesor normalista, ya no regresé, duré un mes y
ahí me anduvieron buscando.-el muchacho que ganó el concurso no ha
venido-.Total, fui, me dieron mis premios, que fuera a México a hacer mi
examen, nunca fui, entonces estaban ocupando un suplente de locutor, y yo iba a
hacer las horas ahí, pero no me llamaba mucho la atención la locutoreada. Así
empecé yo en la radio, ya como en 1967ya fui a México a presentar mi examen
para ser locutor, ya vine, y empecé a trabajar bajo la dirección de un señor,
Héctor Félix Paliza, que todavía él está trabajando para una estación de radio”.
Olegario, quien
recibió el reconocimiento tanto de su familia como de la gente que le rodea en
el año 2003 por sus 47 años de trayectoria ininterrumpida dentro de los medios
de comunicación, nos dio una muestra de humildad con esta declaración:
“Uno nunca debe considerarse estrella, la gente es la que
te debe decir, te debe de mencionar,
realmente si al auditorio le caes bien en un programa, como lo anuncias como
llevas un programa, ello son los que deben de decir y no el locutor, tenemos
que decir –HOLA, YO SOY FULANO DE TAL, YA LLEGUÉ, YA ESTOY AQUÍ, Y ME LLAMO
FULANO DE TAL-. Nosotros como locutores entregamos al público, entregamos al
auditorio lo que nosotros somos, lo que nosotros queremos dar, ya el auditorio
es el que te va a calificar”.
Tras esta lección
de humildad, el buen Ole, hace una remembranza de quienes fueron sus compañeros
en las lides profesionales, sin importar si trabajaron con él o no: ”Bueno, son muchas mis generaciones,
acuérdate que llevo más de 4 décadas en la radio, Yo recuerdo de los primeros
cuando yo me inicié, recuerdo a Pepe Sánchez, como ya te dije, recuerdo a
Carlos Corrales también de aquella época, Pepe Guerrero, José Galindo, después
ya vino otro cambio, otro ciclo en la radio. Ya conocí al compañero Echegaray
Picos (Salvador), a Juan Millán Lizárraga, estuve trabajando también con el
señor Macedo, que estuvo en
Como mensaje final,
dirigió las siguientes palabras a la nueva generación de locutores: “Más que nada , que más que un mensaje,
quisiera decirles que sean responsables en su trabajo, si a ellos les gustó la
radio, decidieron ser locutores, que lo hagan siempre con mucha
profesionalidad, que sean muy respetuosos con su auditorio, que es muy
importante, que siempre traten darle nuevas palabras a la gente, un nuevo
vocabulario al auditorio, porque el auditorio siempre está ávido, está
pendiente de los locutores que somos unos maestros masivos a través de la
radio, entonces hay mucha gente que sí le gusta la cosa ágil, rápida, así muy
tranquilona, pero hay otra gente que
está muy pendiente-Voy a escuchar al locutor, a ver qué nueva palabra aprendo
de ese locutor. Yo les quiero decir a todos mis compañeros, a las nuevas
generaciones que estudien, que se preparen,
que sean gente para bien, para bien de la radio, y si son
sindicalizados, que respeten mi organización, y que den todo lo que tengan que
dar en su trabajo”.
Él era Olegario
Contreras Rubio, un hombre enamorado de la radio, que sin descuidar la docencia
ha trabajado durante 46 años de forma ininterrumpida. Y su programa “LAS
RANCHERAS DE CONTRERAS” se transmitió, aunque con una hora menos, de lunes a
viernes en punto de las 11:
Valuarte del
sindicalismo, padre amoroso, forjador de varias generaciones de locutores y un
gran ser humano, así fue el queridísimo profesor Olegario Contreras Rubio,
quien lamentablemente, el 3 de enero del 2017.
Como decimos en el medio, salió del aire este gran locutor, quien junto
con Florita Núñez formó un lindo hogar, teniendo por hijos a Carlos, Jorge,
Luís, Guillermo, Patricia, y Lourdes, todos ellos siguiendo el ejemplo de
honradez y probidad de Olegario Contreras, quien siempre seguirá siendo LA VOZ ELEGANTE DE CUADRANTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario