Las apariencias engañan. Así como hay personas que se
muestran fuertes son débiles, así personas débiles que son tan fuertes como la
que más. Tal es el caso de la Dra. Tania Castro, cuya apariencia es afable,
pero nadie se imagina lo que tuvo que pasar para ser la mujer que es hoy día.
Profesora, terapeuta, comunicadora y conferencista. Todo un estuche de
monerías. Hemos conversado con ella, y nos mostró su verdad, sin tapujos ni
cortapisas. Aquí se las presentamos.
SOY MÁS QUE UNA PSICÓLOGA
“Yo, Tania Castro, soy luz, esperanza, alegría, atrevimiento.
Soy poderosa, soy….más bien, me rompo en mil pedazos y me armo de nuevo.
Desconozco el sinónimo o el término. Sensible, constructiva, reconstrucción,
creación, resiliente, amor. Esa soy yo, y creo que mucho más de lo que acabo de
decir”.
ESTOS SON MIS MOTIVOS
“Contestaré a tu pregunta con dos respuestas. La superficial,
que fue la aplicación de un test vocacional, de nombre Cudep. En ese entonces me encontré en el autobús a
una psicóloga que iba a La Reforma, su pueblo natal. Ella me hizo dicho test
vocacional, donde salían a flote mis aptitudes y actitudes. Recuerdo que me
salieron tres profesiones, que aparecieron conforme a mi personalidad. La
primera de ellas fue Psicología, la segunda Maestra, y la tercera, Trabajadora
social. Entonces, junto con mi mamá, que en su momento fue trabajadora social, elegí
la carrera. De entrada, no quise ser trabajadora social. Tampoco quise ser
maestra, nunca tuve por mira estar en un aula con niños y pubertos. Así que
elegí ser Psicóloga. ¿Qué pasa con la Psicología? Mi mamá y yo analizamos, por
aquellos días teníamos una residencia en Infonavit Solidaridad, ahí me quedaba
cerca la entonces Universidad de Occidente. Ella me dice –Yo que tú, no
estudiaba en la UAS. Mi experiencia lo puede afirmar- Teniendo cerca la U de O,
tenía la carrera de Psicología, me salió esa opción en un test vocacional, mi
mamá dio el Vo. Bo., a esa carrera, y por interés. Esa es la respuesta
convencional. Por aquel tiempo tenía 18 años. En la respuesta de a de veras, te
diré que al entrar a la carrera, nos dijeron de entrada que teníamos que ir a
terapia. Al principio dije, soy una persona obediente por condición, acudí a
las terapias, ya que en la escuela me lo estaban pidiendo. Comencé dichas terapias a los 18 años, en la
actualidad, tengo 31 años, y fue la mejor decisión de mi vida. Así que en ese
inter de enfrentarme, de analizarme, de estudiarme, de destruirme y
reconstruirme, me di cuenta que por eso estudié Psicología, para mí. Y en esa
reconstrucción, de acompañamiento que fue una constante en mis estudios
universitarios, caí en cuenta de que era una chica muy activa en congresos,
hice una investigación en video juegos, tuve un verano científico, siempre
estuve en búsqueda, la palabra clave: Búsqueda. Más no sabía lo que estaba
buscando. Buscaba lo que había afuera. Todo afuera, pude ver las señales, y
decidí ver más hacia mi interior. Sobre la marcha me fui fortaleciendo hasta
haber terminado mis estudios universitarios. Comienzo a trabajar a los 22 años
y continúo en búsqueda… cuando conozco a una de mis terapeutas, que ahora es
una de mis mejores amigas, Verónica Muñoz, ella fue quien me inspiró a seguir
en esto. Tiene una maestría en evaluación psicoterapia infantil. Me gustan los
niños. Me gusta la clínica, justo en el último año de carrera entré a clínica,
lo cual en el argot de la psicología es analizar a las personas, sus
trastornos, sus traumas, y ver el dolor. Así que en segunda instancia fue
estudiar los traumas infantiles y de adolescentes. He de ahí que conecté con el
trauma de abuso sexual infantil, de lo cual hablaremos en su momento”.
ASÍ DEBUTÉ EN LA RADIO
“Yo trabajaba en el colegio Montessori, en ese inter también
estudiaba la maestría. Yo tenía claro que no quería trabajar ahí, pero de
entrada, uno tiene que vivir, además tuve una meta y fin. Hacer currículum y el
plazo fueron dos años. El mismo tiempo en que estudiaba la maestría, ese mismo
tiempo iba a trabajar en esa escuela. A la mitad de la maestría, comienzo a dar
consultas a niños y adolescentes, a padres del colegio que a mí me buscaban, y
tuve que montar mi consultorio en casa. Estuve dando terapia psicológica en la
sala de la casa de mi madre, eso me motivó a renunciar al colegio, continuar
con la maestría hasta el final y montar mi consultorio, lo cual hice con el
dinero de mi liquidación del colegio y demás. Como toda soñadora, creía que iba
a estar repleto mi consultorio de pacientes, pero recibí un golpe de realidad,
abrí mis puertas en pleno periodo vacacional, las familias salen de vacaciones
en julio. Partiendo de eso vino la suerte de desencanto, tuve que abdicar
momentáneamente para buscar un trabajo estable. Por fortuna, tuve buenas
relaciones con todos mis maestros, y justamente, un maestro de maestría, que era
maestro de investigación por aquel entonces, Moisés se llamaba, él estaba
colindando con las áreas de gobierno. El programa se llamaba MOVIMIENTO 21.
Dicho show se difundía por W Radio. Mi maestro me dijo –Tania, ¿Por qué no
desarrollas un tema y lo dices al aire?- poniendo de manifiesto que era buena
en investigación y daba ponencias en clase. Yo le contesté – Venga. Le entro-
Solo bastó para que el maestro me invitara, no me acuerdo el tema que expuse,
me dijo –nos vemos a tal hora en tal lugar, en el MOVIMIENTO 17-21- Sin chistar
le dije que sí. Por mi carácter aventado, le entré al toro. Ahí conocí a
personas que con el tiempo cultivé una amistad. El programa tenía su productor,
sus conductores, y de repente que me dan pie para hablar, dando mi nombre, mi
profesión y el tema a disertar. Al abrir el micrófono, sale una voz que jamás
había escuchado. Una voz de mí. Y fluyo en el micrófono. Me comentaron que
parecía conductora profesional. Fue mi primera vez dando una charla a través
del micrófono. Lo probé y me gustó”.
FIGURA RECURRENTE
“He participado en diversos programas, tanto en radio
comercial como en radio pública. No tengo una memoria tan privilegiada como la
tuya para dar santo y seña de los programas en los que he intervenido, pero si
han sido bastantes. Desde programas de revista hasta noticiarios. Solo te puedo
decir que he sido invitada en diversas emisiones, tanto en radio comercial como
en radio pública”.
A cada reto, Tania se muestra más fuerte. En la próxima
entrega nos platicará sobre un proyecto radiofónico entrañable. Entregada a la
vida. Ciudadana del mundo. Así es Tania Castro, que busca como sanar
internamente, tópico que tocaremos más adelante.
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