Damas y caballeros. Ante ustedes está Jenny, no Jenny Rivera,
mucho menos Jennifer López. Es Jenny Love. Tal vez su nombre artístico no les
diga nada. ¿Pero qué tal Jennifer Cristerna? Esta chica en poco tiempo ha hecho
mucho. Y por increíble que parezca, está tomando un segundo aire en su breve
carrera en los medios. Hela aquí. Para platicar con nosotros sobre su vida y
milagros.
JENNY LOVE POR DENTRO Y POR FUERA
“No me considero figura pública. Es standard está demasiado
alto. Yo más bien diría, que tengo la ambición, y muy legítima, de ser una
persona que procura alcanzar el éxito en todo lo que hace. Fuera de eso, soy
una chica igual que todas, una mujer transparente. Igual tengo a mi alter ego,
que no varía mucho de mi personalidad: Jenny Love. Mi función es transmitir
amor, y no solamente a través de mis redes sociales y por medio del micrófono,
sino también en mi diario vivir, con las personas que me rodean. Soy la misma
por dentro y por fuera, sin filtro, honesta, tanto dentro como fuera del plató.
Puedo platicar sobre cualquier tema sin problema alguno. Mi mejor blasón es la
sencillez. El hecho de ser locutora no significa que me considere inalcanzable
para el público y que me exprese con excesiva propiedad. Siempre procuro ser
empática con mi auditorio, procurando la humildad, el espíritu de servicio, la
solidaridad y todos esos valores que distinguen a una persona. Ya me han dicho
que soy simpática. Hago comal y metate con todo mundo. Soy risueña, alegre, y
sobre todo, a mí me gusta no portar una etiqueta, casarme con una imagen, y
menos que no corresponda a mi personalidad. A quien quiera mi mano y mi
amistad, se la tiendo con todo gusto. El pobre y el rico, el niño y el joven,
el blanco y el negro, pueden convivir conmigo, tomarse fotos, compartirme sus
problemas en caso de tenerlos, o simplemente disfrutar de mi compañía. Jenny
Love soy yo, porque no es un personaje acartonado, soy la misma como cité
anteriormente dentro y fuera de mis horas de servicio en cabina y redes
sociales. No me ando con falsas poses, ni fingimientos ni hipocresías. La misma
chica que tiene ante sus ojos empuñando un micrófono, es la misma que verá
tomando un helado, platicando con su novio, jugando con a los niños, o haciendo
cualquier cosa. Como dijera un clásico, yo soy real y no tengo reverso”.
UN DON QUE DESCUBRÍ POR MI MISMA
“Mi debut fue en W Radio, cuando está era manejada por
Radiorama. Recibí la invitación del programa BUENAS NUEVAS PARA TI. Para quien
ya conoce el programa, sabe de lo que se trata. Para ese efecto, yo estaba
yendo a un grupo juvenil de una congregación religiosa. Sabedores de mis
facultades como comunicadora, acudí al programa antes citado un miércoles a las
11 p.m. en ese tiempo yo estudiaba el bachillerato por las tardes. Jamás me
imaginé estar en radio, mucho menos estudiar la carrera de comunicación. Mi
prueba de fuego, por decirlo así, era leer al aire el capítulo 11 del buen
libro, también saben de qué publicación estoy hablando. Me entró el pánico
escénico, propio del debutante por temor a meter la pata, a lo que mi padre,
quien estaba conmigo en la emisión me dijo –Anímate. Todo saldrá bien- Fue muy
importante el respaldo de mi papá en ese momento. Tan luego di lectura al
capítulo en cuestión, hubo reacciones favorables. El teléfono repiqueteaba
pidiendo que formara parte de ese programa, que mi voz era muy agradable, que
parecía profesional, que quiere era yo, en fin. La experiencia, fue más que
gratificante, pues fue un debut muy afortunado. Estando en tercero de
preparatoria, ya debía tener definido mi perfil profesional. Y después de esa
experiencia tan maravillosa por el radio, me decidí a estudiar ciencias de la
comunicación, ya que me percaté del potencial que tengo para transmitir no solo
mi voz, sino también sentimientos, emociones y un mensaje de optimismo y
alegría para todo aquel que me pueda escuchar.”
LE HICE AL GALLITO MADRUGADOR
“El tiempo pasó. Y un tío, que era fiel radioescucha de Radio
Sinaloa, particularmente del COMANITO’S SHOW, conocía al conductor de esa
programación: Juan Manuel Esparza. Se dieron las coyunturas, y un buen día me
habla diciendo –Sé que te gusta el medio de la radio. Conozco a un locutor que
puede darte quebrada en su programa- Para ese efecto ya estaba estudiando la carrera, tomé un curso
de conducción en TV Azteca, una clínica de locución con Jimena Aguilar, me
estaba preparando para ejercer la profesión dignamente. Dos años después, mi
tío me recomendó con Juan Manuel, insistiendo en que mi voz debía salir al
aire, y él, sin vacilar me llamó un buen día, pues resulta que su compañero en
conducción se había ido, y me dijo de entrada que presentara una canción. El
programa del COMANITO es esencialmente grupero, pues Radio Sinaloa, como todo
mundo sabe, es una emisora radial pública, permisionada, manejada por Gobierno
del Estado, y ahí se debe hablar con cierta propiedad. En el programa en
cuestión es un caso de excepción, sin rebasar ciertos límites. Mi primer rola
como presentadora fue una de Julión Álvarez, no he de negar que me puse
nerviosa. Con eso bastó para que me dijera que al día siguiente me presentara a
las 6 am, hora en que arranca el show. Y le tomé la palabra. Durante año y
medio estuve compartiendo el plató con Juan Manuel. Prácticamente adelanté mi
servicio social, el cual fue validado. Fue por amor al arte, ya que estaba
construyendo mi porvenir dentro de los medios. De no ser por Radio Sinaloa, en
particular, por el COMANITO, no estaría ocupando el sitio en el que me encuentro
actualmente, y lo mejor de todo, que recién terminados mis estudios
universitarios, he adquirido bastante experiencia. Para mi Radio Sinaloa fue
una gran escuela”.
LA SUERTE LA PINTAN CALVA
“Tras haber finalizado mi servicio social en Radio Sinaloa,
aunado a mi negocio, punto en el cual ahondaré más adelante, me tomé un periodo
sabático para poder establecer mi empresa. Eso también sirvió para que me
dedicara un poco más a mis estudios. A Juan Manuel Esparza le estaré
eternamente agradecida, ya que sin su apoyo y consejos no estuviera ejerciendo
esta bonita profesión. Debido a cuestiones de carácter familiar, que me reservo
el mencionar, nos tuvimos que ir de la ciudad. Yo prácticamente me quedé al
garete, estaba por cursar el tercer año de la carrera. Nos establecimos durante
un tiempo en Mexicali, me iba a matricular en otra universidad, pero
lamentablemente el programa indicativo de la UABC no era compatible con el de
la UAdeO, lo cual hizo imposible que continuara mis estudios en otro lado. Debido
a esto, me quedé viviendo con mis abuelas. Me puse terrible, pues se me hizo
cuesta arriba separarme de mi familia. No niego que lloré, pero siempre hay una
luz al final del túnel. Revisando mis
redes sociales me encontré con la convocatoria que Maxiradio expidió en aquel
tiempo solicitando voces para la estación. Sin meditarlo, tomé el teléfono,
pedí fecha y hora para mi casting, y dicho y hecho. Hice mi casting un lunes, y
fui la primera en hacerlo. Para ese efecto vi el post el fin de semana previo a
la grabación de mi prueba. Acudí a la cita, y tuve por sinodales a Ramsés
Pablos, productor corporativo y una voz comercial muy conocida, Daniel Beltrán,
gerente de la emisora y mi jefe por el tiempo que estuve ahí, y Mary Wong, que
actualmente es influencer y youtuber. Mientras
hacía mi prueba, los tres tenían una cara de –No te hagas. Sabemos todo de ti-
Y efectivamente, conocían parte de mi trayectoria, de mi paso por Radio Sinaloa
y que estaba creando contenidos para YouTube. Precisamente en mi año sabático
en la radiodifusión, me dediqué a crear contenidos para la plataforma antes
mencionada, de alguna manera tenía que cobrar vigencia. De algo sirvió el estar
en redes sociales, ya que tuve que competir con 80 personas y fue grato saber
que fui una de las elegidas. Mi incursión fue un poco accidentada. Mi teléfono
estaba descompuesto y la empresa no hallaba la forma de ponerse en contacto
conmigo., Una semana después me informaron que yo ya tenía asignado un espacio.
Mi ingreso a la radio comercial sí que fue toda una aventura, y he de ser
honesta, me encantó. De entrada, hice de todo. Desde grabar para Radio Ley,
hasta ser la voz de las menciones en ADN Informativo. El estar con Paul
Villegas y Victoria Sánchez, que privilegio, un lujo que pocos comunicadores
pueden darse. Mientras en Radio Sinaloa yo me expresaba de una manera más
natural y desinhibida, teniendo a un público menos exigente, en Maxiradio me
topé con otra realidad. El público que escucha la emisora no es exigente, lo
que le sigue, pues están acostumbrados a escuchar lo mejor, y no cualquiera
entra a trabajar a esa emisora. Mi cadencia vocal fue cambiando un poco, la
cuestión de las menciones comerciales fue también parte de la formación. Sin
lugar a dudas, caí en blandito, ya que tuve muy buenos maestros, que pese a su
juventud, contaban con mucha experiencia, y ese es el gran valor de la empresa
del señor Arturo Ramos, la mentalidad joven de sus trabajadores, siempre
forjando nuevos talentos. Por eso no cualquiera está a su servicio. Por ese
lado, me puedo sentir privilegiada”.
En nuestra próxima entrega ella nos platicará de un hecho que
cambió su vida para siempre. Haciéndola resurgir más fuerte, más segura, y con
ganas de seguir alcanzando sus sueños. Como se estila en el medio. Jenny nos
demostrará en su momento que hay vida más allá de la radio.