El
es un locutor que fue puntero de la radio cultural en todo el estado, y no sólo
eso, también es un excelente declamador. Nos referimos al Prof. Eduardo Ramos
Pérez, de quien daremos algunos datos relevantes de su trayectoria.
Maestro
normalista de profesión, Eduardo comenzó su carrera como locutor en la década
de los 60’s, prestando sus servicios en XEBL, donde permanecería hasta 1985.
Paralelamente, encabezó el esfuerzo de sacar al aire Radio Universidad, de la
cual fue director por espacio de 3 años. Retirado de la radio, probó suerte en
“Era una radio profundamente
romántica,¿Por qué romántica?, no en el sentido de la poesía exactamente, sino
romántica porque tenía mucho de eso. La radio estaba pues apenas en un proceso
de desarrollo, en el que la tecnología no había avanzado lo suficiente. Era una
radio donde el locutor era una pieza fundamental, creativa, teníamos que irnos
adaptando a las necesidades que exigía el trabajo de esa época. Teníamos que
ser profundamente creativos, teníamos que realizar efectos de una manera
rústica podríamos decir, pero que finalmente se escuchaban muy bien. Si hacías
una radionovela por ejemplo, tenías que
imitar un caballo, tenías que imitar los pasos de alguien, si tenías que sonar
algunas cuestiones, si tenías que provocar una lluvia, bueno, tenías que sonar
unas láminas,¿no?. Había mucha creatividad, el locutor de aquella época era
profundamente creativo y también puedo decir eso que ya te dije al principio,
romántico”. Todo esto nos lo comentó en el marco de los
tiempos que le tocó vivir cuando comenzaba su carrera profesional como locutor
radiofónico.
El
profesor Ramos Pérez empezó a enumerar a
las personas con quien tuvo el gusto de alternar en las lides profesionales de
la radio, empezando por José de
Al
hacer referencia del manejo de la voz en la radio de esos tiempos que le tocó
vivir a Eduardo, nos comentó lo
siguiente: “La voz se manejaba con
elegancia, con dicción y con absoluta propiedad, la voz era un poco impostada
podíamos decir, pero de una agradable entonación”.
A
decir del profesor Ramos, para un locutor era imprescindible por aquellas
fechas una buena voz, un grado aceptable de preparación, un respeto absoluto al
idioma español, y un respeto irrestricto a
Antes
el locutor era un personaje, la gente identificaba al locutor por el simple
hecho de hacerles pasar un rato agradable, participando en obras de beneficio
comunitario, presentándose en actos públicos de toda índole, en suma era visto
con respeto por toda la sociedad, lo cual nos dijo Eduardo al percatarse de que
ahora el locutor es un trabajador común y corriente que ya no inspira lo antes
dicho líneas arriba.
Se
hace un poco tarde, sin embargo nos quedaba tiempo para seguir hablando con
quien fuera locutor de XEBL y director de Radio Universidad, cuando le pregunté
cómo se animaban los programas de aquel entonces, él nos respondió lo
siguiente:
“La animación de los programas se hacía con
entusiasmo, con voz, dicción y el uso de diferentes tonalidades, según el
programa del que se trataba. Por ejemplo, si se trataba de un programa
romántico, pues tenías que pausar la voz, impostándola o suavizándola, de
acuerdo con el mensaje y la música que se transmitía, si por el contrario, era
un programa de aficionados, entonces tenías que hablar más fuerte, tratando de
entusiasmar al público, y al radioescucha por supuesto, sin descuidar el manejo
elegante de la voz”.
Eduardo
Ramos tuvo un programa con Enrique Sánchez Alonso “El Negrumo” titulado “15
Minutos”, al igual que lo hizo con el
desaparecido Jorge Macías y Miguel Galindo, estamos hablando de los años 60’s y
parte de los 70’s., y pese a ello jamás se consideró estrella, aún trabajando
en la televisión, nunca sufrió de lo que llamamos “Estrellitis”.
Eduardo
Ramos Pérez, un hombre que a pesar de que se retiró de los medios hace más de
una década aún sigue teniendo contacto con sus compañeros de entonces como
Francisco Pérez Vega y Jesús Manuel Viedas Ezquerra. En años recientes terminó
la carrera de Derecho y un postgrado de Educación y Nuevas Tecnologías, condujo
en Radio UAS el programa “Guitarras y Poesía” en 1996, y se retiró del
Magisterio. Él puso su mira en el vecino país del norte, donde permaneció por
mucho tiempo.
Eduardo
Ramos dejó este mundo el 26 de marzo del 2010 a la edad de 66 años, justo el
día de su cumpleaños tras perder su batalla contra el cáncer. La radio le debe
mucho a él, tan es así que todavía está en deuda. Siempre se agradecerá a este
gran comunicador el que haya compartido con nosotros no solo su amistad, sino
el mayor de todos sus legados: Radio UAS.
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