El STIRT ha sido semillero de grandes talentos que han
destacado tanto en la radio como en la política. Y nuestra protagonista emergió
de dicha organización gremial sin sospechar los alcances que tendría más
adelante. Es una mujer que se ha hecho a sí misma, y lo que ha conseguido ha
sido por su propio esfuerzo. Conozcamos a fondo a Zelma Pérez.
SE LOS DEJO A SU ELECCIÓN
“Yo siempre he dicho algo, que no importa lo que tú quieras
expresarle a las personas de quien eres, todo mundo te verá con una óptica
diferente. Aquí lo importante es cuando tú presentas un trabajo, como te
cataloga la gente, no tanto quién eres tú. A fin de cuentas Yo puedo tener una
concepción de mi misma que a las personas no les interesa. Porque al momento de ver un producto ellos
podrán decir –Ella es esto-, por tanto yo soy lo que ustedes quieren que sea.
Punto”.
ASÍ ME ABRI PASO EN EL MEDIO DEL ARTE
“Para ser honesta, jamás practiqué en cabina cuando
incursioné en la radio. Yo recuerdo que iba con Don Oscar Lugo (QEPD), locutor
de XEEX (Hoy Radio Fórmula), lo que entonces era Radio Felicidad en Grupo Acir
para ver lo de mis canciones, porque desde entonces ya quería registrarlas en
Derecho de Autor, y siempre me he ido a lo grande, partí a la ciudad de
México mandar mis composiciones, toda mi
obra musical la envié ahí, jamás las registré en la SEP en el estado, hasta
hace poco lo hice acá, pero todo mi material lo registré en la ciudad de
México. Platicando con Oscar Lugo me decía que por qué no probaba el hacer un
examen a la capital para ser locutora de radio, ya estando inmersa en el
ambiente poder promover más mi obra como compositora ya estando dentro de los
medios de comunicación. Me fui al D.F, previo a esto mando mi documentación, me
envían un digesto con el contenido del examen, el cual era escrito y después el
oral. Bien me acuerdo que en el escrito venían preguntas como ¿Qué era la
Secretaría de Comunicaciones y Transportes? , bueno, las siglas, ¿Para qué servía
tal o cual secretaría? La Ley Federal De Radio Y TV, en fin, tenías que
aprenderte los artículos, las funciones de cada secretaría, y aparte de eso
cultura general. Quien era en ese momento presidente de Rusia, de suiza, bueno,
muchas cosas que necesitabas para salir adelante. Pasando eso de cultura
general te hacían el segundo examen, aclarando que si uno de los tres sinodales
no te pasaba, que por cierto eran el de idiomas, cabina de radio y TV y otra categoría que de
momento se me escapa de la memoria, total, debías pasar por esos tres filtros.
Si lograbas pasarlos, adelante, en caso contrario, tendrías que volver a
solicitar para posterior fecha el examen oral, y si reprobabas el escrito, te
amolaste. Yo pasé el examen oral y regresé acá con licencia de locutor para
radio y TV, que en aquel tiempo tuve que pedir la documentación a Querétaro
porque la sección Culiacán del STIRT no sabía de mi existencia, ni siquiera
tuve permiso provisional, jamás. A mi regreso, fue como una sorpresa, contaba
yo con 16 años, y 5 años antes de esto nadie pasaba decorosamente el examen, si
fue como llegar y ¿Por qué no decirlo? Abrir brecha para la gente joven, y
estar ahí trabajando”.
LLEGANDO, LLEGANDO Y TUMBANDO CAÑA
“Yo comencé mis prácticas de locución fue en XEVQ (Hoy Vibra
Radio), que por entonces tenía por nombre comercial “La grande de Sinaloa”,
después con el tiempo formé parte del Comité Ejecutivo Seccional del Sindicato
de la Radio, donde yo no gozaba de las simpatías del entonces secretario
general, de esa manera era imposible trabajar. Nunca estuve en el ánimo del
Lic. Hilario Gastélum, bien recuerdo que en una asamblea me pedía que me bajara
de la mesa, más en dicha asamblea pedí el apoyo de la base trabajadora, me
permitieron seguir adelante, y recuerdo también que realicé 20 actividades en
un mes, tanto para los miembros de la organización como para sus hijos,
conseguí becas, empezaba a funcionar el Centro de Ciencias para organizar
recorridos, bueno, todo, gracias a dios que siempre él me ha permitido ser
grande. Recuerdo bien en esa asamblea, Hilario me dijo eso, los miembros del
comité eran los desaparecidos Fausto Rubén Sotelo, Juan José Galindo, mi gran
amiga Emilia Félix Ávila, el propio Hilario y una servidora. El comité
ejecutivo seccional, al cual yo pertenecí era muy esperado por los compañeros,
pues venían de 9 años de ser dirigidos y representados por el también fallecido
Manuel “Chino” Apodaca, un gran ser humano, señor de todos mis respetos, éramos
como la novedad, y había muchas expectativas sobre nosotros, se esperaba mucho
de este comité. Siento que quedamos algo a deber, lo importante es que hubo
cambio de guardia. Hasta aquí mi historia dentro de la radio”.
Esta ave de las tempestades tiene mucho que contar, pero los
dejaremos picados hasta la siguiente entrega, pues habrá declaraciones
interesantes. De manera que eso no es nada, todavía falta lo mejor.
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