Todos los que hacemos medios en la localidad estamos muy
tristes, pues se ha ido un profesional en toda la extensión de la palabra. La
radio, el periodismo y la academia fueron sus actividades principales. Radio
UAS siempre fue su casa. Las universidades públicas y privadas, los recintos
donde compartió toda su sabiduría. El periódico y su portal web, los lugares
donde analizaba con lupa todo lo acontecido en el ancho mundo del deporte. Tan
generoso fue, que muchos comunicadores que él formó, están en deuda, ya que no
solo los preparó para la profesión, sino también para la vida. Recordemos
juntos con la fuerza del corazón, lo que fue la trayectoria de Gerardo Osornio.
1965 fue cuando vio la luz primera Gerardo Javier Osornio
Ortiz. De profesión Administrador de empresas, él tuvo por vocación la
comunicación. Comenzó su carrera dentro de los medios en 1989 cobijado por
Héctor Procopio Ramos. Ahí conoció a quienes serían sus inseparables compañeros
Jorge Aragón, Gerardo Ascencio y Humberto Tizcareño. Todos ellos formaban parte
de los programas NOS VEMOS POR EL MALECÓN y DÍAS DE RADIO, en XENW, que por
entonces se le conocía como LA RADIO DE LA CIIUDAD. En 1991, a invitación de
Ramón Ibarra Betancourt, comenzó a colaborar en Radio UAS, al tiempo se hizo de
su propio programa deportivo, con el apoyo de Roberto Fernández Camacho,
director de la radio en 1993. Nunca imaginó que con el tiempo formaría parte
del inventario de colaboradores de la emisora cultural. Sus narraciones del
Maratón de Culiacán y su participación en la feria, le hicieron ganarse el
corazón de los radioescuchas. Paralelo a ello, participo en emisoras
comerciales. XEBL y XENW le dieron la oportunidad de colaborar con seriales
deportivos. A decir de Gerardo, la experiencia fue agridulce, pues la única
cosa que no le gustaba era vender publicidad para sostener el espacio. Por
espacio de 25 años escribió para NOROESTE y tuvo su propio mortal web, que
tenía el mismo nombre de su columna: EL FANÁTICO, donde analizaba el deporte en
general sin cortapisas. También estuvo en la Televisión. Fue pionero, por
decirlo así, de la barra de programas de Megacable. Aunado a su actividad como
comunicador, fue docente en diversas instituciones educativas, donde formó a
parte de los profesionistas que vemos en TV, escuchamos en el radio o leemos en
el la prensa y portales web. ICAT Superior, Universidad Valle del Bravo, Univer
(Actualmente Universidad del Golfo de California), Universidad Autónoma de
Durango, Universidad México Internacional, y recientemente, la UCAG y su primer
alma mater la Universidad Autónoma de Occidente, tuvieron el privilegio de
tenerlo en su plantilla de maestros, cuyo profesionalismo y entrega fueron sus
mejores blasones. Era un hombre tan preparado, que estudió una segunda carrera.
Fue Licenciado en Letras hispánicas por parte de la benemérita Universidad
autónoma de Sinaloa. En 2018 tuvo un trasplante de riñón, lo cual cambió su
vida para siempre. Pero eso no obstó para que en sus redes sociales siguiera
recomendando buena música y hacer gala de su humor ácido cada vez que hacía
crítica social. En la última etapa de su vida no la estaba pasando bien, a
pesar de ello, siguió trabajando con normalidad. Desafortunadamente, su cuerpo
enfermo no resistió más, y un 23 de febrero se quedó dormido y ya no volvió a
despertar. La noticia desconcertó a todos, pues nadie lo podía creer. Discreto
como lo fue siempre, pidió como último deseo que no hubiera cortejo fúnebre. No
dejó descendencia, pero en cada alumno que él formó lo veía más que como un
hijo, como un amigo. Con lágrimas en los ojos y tristeza en el corazón, se
despidió en silencio al amigo, al maestro, al esposo, al hermano, pero sobre
todo al ser humano.
El Fanático está dando su última vuelta olímpica para decirle
adiós a la vida. No volveremos a leer tus comentarios sobre deportes, ni
tampoco tus alumnos recibirán tus lecciones. Al partir nos dejaste un hueco
difícil de llenar. Personas como tú, ya no existen. Fuiste grande entre los
grandes, pese a tu modestia. Tu voz se apagó, o mejor dicho, saliste del
aire. De tu presencia ya no podremos
disfrutar, pero en nuestras almas, eternamente vivirás. Gracias al eterno que
nos permitió tenerte durante 56 años. Buen viaje mí estimado Fanático.
POR TODO LO QUE NOS DISTE Y LO QUE EN VIDA FUISTE
MUCHAS GRACIAS GERARDO OSORNIO DONDE QUIERA QUE ESTÉS
(1965-2022) Q. E. P. D.
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