El 2022 cierra mal y de malas para el cine mexicano. No por
lo mediocre de las películas que están en cartelera, sino porque por primera
vez en muchos años, no se celebrará la tradicional entrega del Ariel por
razones de peso. Dicho de otra forma, la academia de artes y ciencias
cinematográficas está en la banca, si, pero en la bancarrota. Pese a no ser
partidario del presidente le doy la razón en una cosa, no tiene el estado
porque financiar películas balines y furris, aunque con su decisión afectó a la
industria entera, midiendo a los cineastas con el mismo racero. Acompáñenme a
conocer esta historia tan triste que mata de risa.
La tradicional entrega del Ariel a lo mejor del cine mexicano
tendrá que esperar hasta el próximo año, y a ver, pues las arcas de la
organización están sin fondos. Ante tan lamentable situación, el afamado
cineasta Guillermo del Toro se ofreció a costear las estatuillas de tan
reconocida entrega de premios. Naturalmente la academia se hará cargo del
resto, aunque para ello tenga que pasarla charola con sus agremiados, puesto
que no hay que abusar de la generosidad del realizador de EL LABERINTO DEL
FAUNO, que hablo fuerte en contra de Eugenio Derbez y Omar chaparro, pues en parte
los considera culpables no solo de que el FIDECINE haya desaparecido, sino que
también echaron a perder el cine mexicano con sus filmes cutres y manchados,
haciendo ver al cine de ficheras como auténticas obras de arte. El artista
mexicano formado en Televisa, tergiversó las palabras del cineasta tapatío, en
el entendido de que él los estaba defendiendo. Nada más lejano de la realidad.
El señor del Toro quiere que tanto Eugenio como Omar regresen al cine…parte del
dinero que el gobierno les prestó para hacer ese cine infumable y pitero. Pongo
en duda que suelten la mosca. Se vale soñar.
La situación del cine nacional está de vergüenza y pena
ajena. No conforme con la poca producción de películas que se hacen al año,
gracias al apoyo de particulares, se cancela la entrega del Ariel por falta de
varo. El IMCINE se encarga ahora de financiar las películas, siempre y cuando
no sean comerciales, que de eso se encargue la iniciativa privada. El estado ya
financió por muchos años cine palomero y burriel. Quien sabe cómo va a terminar
todo esto. Aunque la desaparición de los fideicomisos fue en aras de solventar
los gastos generados por la pandemia del Covid, en el fondo, esa feria cayó en
manos de las dependencias para que no se hiciera mal uso de la pasta. Gracias
Derbez y Chaparro. Aunque no fueron culpables directos, si tuvieron algo que
ver con la desaparición del FIDECINE. Por unos la llevaron todos.
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