Desde 2012, XEVQ dio un viraje en su programación, pues de transmitir música mexicana comenzó a difundir baladas en español. Hace un año ya el 96.9 FM es manejado magistralmente por el Lic. Roque Mascareño Chávez, dotándola de una nueva personalidad, y acercándola al público adulto contemporáneo. Ahora que la estación ha dado un giro al que estábamos acostumbrados, es justo hacer algo de historia. Y quien va a platicar sobre su vida y milagros es el señor Jesús Guillermo Chucuán Soto, toda una institución en el radio local. Orgullosamente navolatense. Pongamos atención a lo que nos tiene que decir.
ESTE ES JESÚS GUILLERMO CHUCUÁN SOTO
“Yo ME Considero una persona seria. Recuerdo cuando estudiaba
en la primaria Benito Juárez. Mi secundaria y preparatoria los estudié en
Culiacán, pues yo soy de Navolato.
Dichos estudios los realicé en la Universidad de Sinaloa, conocida
actualmente como la UAS. Pero debido a la crisis económica por la que
atravesaba mi familia, aunado a que las clases eran espaciadas y batallaba
mucho para trasladarme, pues me iba a pie de tu humilde casa a la escuela, me
fui a vivir con unos parientes, a los cuales tuve que dejar debido a unas cosas
con las que no estaba de acuerdo. No me sentía a gusto ahí. Entonces me acogió
la familia Traslaviña Valenzuela, cuya residencia la tenían en la calle Rodolfo
G. Robles. Con ellos estaré en deuda por lo que me quede de vida. Ellos me
dieron un espacio en su hogar, pero volví a Navolato, pues era muy cansado para
mí caminar tantas cuadras, y mi brazo donde apoyo la muleta para caminar estaba
cansado”.
LOCUTOR FUNDADOR DE XENSM
“Todo comenzó en Navolato, con la transmisión de un maratón
radiofónico pro construcción de una escuela secundaria. Dicho maratón lo
transmitía XEBL. Ahí estaban don Héctor Paliza y varios colegas locutores.
Quien dio inicio con esto fue Salvador Aguilar Montenegro, y me adapté a un
jeep equipado con un aparato de sonido, ahí fuimos a recorrer a los
alrededores, motivando a la gente para que participara con lo que fuera a la causa.
El evento fue todo un éxito, se logró el propósito, y aunque mi participación
fue breve, resultó efectiva. Yo incentivé a la gente de los poblados vecinos a
que entregaran su óvolo a los organizadores, que eran el Activo 20-30, quienes
hicieron posible este maratón. De esa
forma nació la idea de crear una estación radiofónica en Navolato. Salvador
Aguilar Montenegro hizo alianza con su compadre Edén Castellanos. Así nación
XENSM, cuyas siglas actuales son XEVQ. Me tocó aperturar las transmisiones,
hacía la primer guardia, incluso en los periodos de prueba, me tocaba abrir la
estación. Tuve por compañeros a “El Pirata” Buenrostro. A un señor Nériz López,
a Miguel Ángel, un locutor que venía de El Dorado, Gilberto Acosta, Fortino,
Mario Pérez. Todos ellos junto conmigo formamos la plantilla de locutores de
XENSM”.
ANDAR EN LA GRILLA ME TRAJO BUENOS
RESULTADOS
“La SEP a través del departamento jurídico de Radio y
Televisión me reclamó para que hiciera mi examen de aptitud para obtener mi
certificado de locutor, dadlo que ejercía sin tener dicho documento. Realicé
los exámenes pertinentes, los aprobé, me dieron mi certificado, regresé a
Navolato se lo mostré a mi patrón y resulta de tal suerte que este me despide
sin más ni más. Sorprendido por esa acelerada y brusca decisión del señor
Aguilar Montenegro, fui asesorado por José Peña Torres, entonces secretario
general del Sindicato de la Radio, él me dijo lo que tenía que hacer, y actué
en consecuencia. Los locutores de XENSM pertenecíamos al Stirtt. Fortino, compañero
de cabina, fue nombrado delegado de fuente para la firma de contrato colectivo
entre la empresa y la organización. Estando en México para la formalización del
ingreso de la radiodifusora al padrón que manejaba el sindicato, Un funcionario
le preguntó a Fortino, quien fue el valiente que hizo posible que los
trabajadores de XENSM ingresaran a la organización, les dijo que era yo, y tuve
por recompensa hacer el primer turno de cabina, y Mario Pérez sería el suplente
de base. No todos estaban contentos, pero como la orden venía de lo alto, no
había porque alegar. El primer sorprendido de que la instauración del sindicato
en la emisora fue Aguilar Montenegro”.
NOS CAMBIAMOS DE CASA
“La estación se tuvo que marchar de Navolato, dado que no había entonces la cultura de la publicidad en radio, aunado a que había poca actividad comercial. Se nos pagaba el turno a $32.00 en aquel tiempo todo estaba más barato y accesible. Salvador Aguilar instauró una especie de censura, no dejaba que nos expresáramos por nosotros mismos, él nos daba la línea de lo que teníamos que decir y como lo teníamos que decir. Se corrieron rumores de que nos íbamos a mudar a Culiacán, y eso causó malestar en don Héctor Ramos, quien se oponía rotundamente que nuestra emisora se cambiara a la gran ciudad. Salvador instaló una oficina en Culiacán para contratar agentes publicitarios a fin de que comercializaran la estación. Yo sostengo que no se contrató a la gente adecuada para comercializar la emisora. Bien pudo quedarse XENSM en Navolato, pero por desgracia sufrieron problemas que estaban fuera del control de Aguilar Montenegro, aunado a que quienes vendían la estación no eran competentes. Lo mismo sucedió con LA SINALOENSE (XENZ), que regresó a Culiacán podemos decir que por esos mismos motivos”.
PROYECCIÓN INTERNACIONAL
“El cambio a Culiacán no resultó fácil, ya que para entonces
recién me había casado con mi esposa de toda la vida. Tenía que ir y venir a
Culiacán todos los días, máxime si yo era el que hacía la primer guardia. Yo me
distinguí siempre por ser puntual. Le jugaba retas a Ramón Robledo, que siempre
abría la CQ. Ramoncito se enfadaba porque siempre le ganaba. Pese a que la
estación tenía 1000 watts de potencia, su señal abarcaba mucho territorio, es
decir nuestra cobertura era por demás muy amplia. Me puedo vanagloriar que nos
escuchaban a lo largo y ancho de Sinaloa. Me causa gran satisfacción también de
que la emisora también llegaba a los Estados Unidos, allá con los primos las
emisoras no arrancaban transmisiones, así que yo les llevaba ventaja, primero
empezaba a las 6 a.m. luego a las 5 a.m. y había dos horas de diferencia entre
el gabacho y Culiacán. Mucha gente de allende las fronteras me escuchaba todas
las mañanas. Como uno de los bellos recuerdos que tengo de mi paso por la
radio, fue una carta de un radio aficionado que me escribió de muy lejos, y me
hizo por regalo un flamingo hecho con hilo de alambre. La carta y el detalle se
extraviaron cuando me mudé a Infonavit Humaya, por entonces moraba yo en la
calle Sepúlveda, en el centro de la ciudad”.
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